Hay un estallido en la cabecera de la mesa. El Rey Carmesí ha levantado la mirada y desafiante intenta entender por qué la “estrategia” no funciona. Durante meses se ha trabajado en el desarrollo de una plataforma de servicio para lograr experiencia en el cliente. Luego de seis meses de retraso y 46% de incremento del presupuesto inicial, la plataforma no funciona. Los restantes miembros de la mesa cuadrada intentan calmarlo. Alguien se aventura a decir que no se consideró un cambio repentino en el comportamiento del consumidor. Otro más audaz cree que el enfoque del marketing digital no fue el adecuado. Un tercero alega que no existe una relación entre el diseño del plan y la propuesta de valor. Surgen cortocircuitos por todos lados. Las elecciones dentro de una organización no funcionan desconectadas. Tienen hilos tanto visibles como invisibles que conectan decisiones. Lo que se mueve en el centro de la telaraña se siente en los extremos con mayor intensidad.
